La historia de Shukaletuda: la ira de la diosa Comienza con un himno a Inanna que la adora como el planeta Venus.


Shukaletuda es un jardinero que es terrible en su trabajo y parcialmente ciego. Todas sus plantas mueren, con excepción de un álamo. Shukaletuda reza a las deidades para que le guíen en su trabajo. Para su sorpresa, la diosa Inanna ve su álamo y decide descansar bajo su sombra.

Mientras Inanna está dormida, Shukaletuda piensa que sería una buena idea desvestirla y violarla. La diosa se despierta y se da cuenta de que ha sido violada mientras dormía. Furiosa quiere llevar a su atacante a la justicia. En un momento de ira, Inanna despliega plagas en la tierra para castigar e identificar a su atacante. Vuelve el agua en sangre en un intento de penalizar a su violador.

Shukaletuda, aterrorizado por su vida, pide consejo a su padre para escapar de la ira de Inanna. Su padre dice que se esconda en la ciudad, que se mezcle en la multitud de personas. Inanna busca en las montañas del este y no lo encuentra. También Enki ayuda a este jardinero, pues él es el que ayuda a quienquiera que necesite ayuda.

Entonces ella manda una serie de tormentas y cierra las carreteras de la ciudad, aun así es incapaz de encontrar a Shukaletuda en las montañas. Tras las plagas, Inanna todavía no encuentra a su violador y pregunta a Enki si le ayuda a revelar su identidad. Enki dice que no le va a ayudar y le reta a controlar su ira para poder actuar como un juez justo. Inanna amenaza con dejar el templo de Uruk a menos que Enki la ayude a encontrarlo. El acepta y le deja volar a través del cielo como un arcoíris.
En otras versiones, después de refrescar su cólera, también busca la ayuda de Enki, como el portavoz de la "asamblea de dioses", Igigi y Anunnaki. Después de que presenta su caso, Enki ve que la justicia se tiene que hacer y promete la ayuda, entregando el conocimiento de donde el sinvergüenza se esconde.

Finalmente ella encuentra a Shukaletuda. El intenta excusarse por su crimen contra ella, pero Inanna no tiene nada que hacer con ello y lo mata.


El matrimonio sagrado: la diosa que se convierte en prostituta

El rey va con la cabeza levantada al regazo santo,
Va con la cabeza levantada al regazo santo de Inanna,
[Dumuzi] se encama con ella,
Se deleita con su regazo puro.
El ritual siempre se llevaba a cabo en el año nuevo.

El Matrimonio Sagrado  fue celebrado con entusiasmo y alegría en el Mediterráneo del Este antiguo durante más de dos mil años. "El matrimonio sagrado" traducido como hieros gramos en el griego clásico, fue originalmente mostrado con el casamiento de Zeus y Hera, pero los clasicistas usaron el término para alianzas entre otras deidades o deidades y humanos, particularmente marcado por un ritual. James Frazer extendió este término como “Actos sexuales místicos y ritualísticos”, relacionados con la fertilidad.

Sin embargo, para la antigua Mesopotamia, el término se refiere a: ritual de promulgación del matrimonio de dos deidades o humano y deidad. Los participantes son entendidos como deidades (normalmente Inanna y Dumuzi). En tiempos históricos, el objetivo principal era para incitar a una buena suerte para el rey y su país. Sin embargo, luego los curas podrían haberse apropiado de este rito para sus propios fines, que originalmente tenían una función muy dispar.

En primer lugar, Inanna es bañada, perfumada y adornada, mientras Dumuzi y su séquito trataron hacia su lugar sagrado. El florero de Uruk puede representar este proceso. Todo el rato, el personal del templo canta canciones de amor, muchas de las cuales existen. Inanna resplandeciente saluda Dumuzi en la puerta, quien, en el florero de Uruk, es bordeada por su firma en cueniforme y allí le presenta regalos suntuosos. Posteriormente, ambos se sientan en el trono, aunque a veces dicha entronización solo ocurre después de la consumación sexual.

Las deidades entran en una cámara fragante con especias y decorado con paños. Se tumban en la ceremonial cama construida para la ocasión y entonces se unen en un encuentro sexual. Tras esto, contento gracias a su amante, Inanna decreta una larga vida y soberanía para él, y fertilidad y prosperidad para la tierra. También ella le regala un anillo, una vara y una cuerda, emblemas del poder real. El ritual se acaba y la gente lo celebra en un gran festival.

El primer detalle conocido sobre un rey que practicó este ritual es el rey Shulgi, conocido como el amado de Inanna, que reino en Uruk alrededor de 2700 A.c.

El rey de Uruk, el sumo sacerdote, era el En, el cual pasa una noche de ritual en la residencia real, en el cual consuma el matrimonio con Inanna. Un rey futuro de sumeria tomó el nombre de esposo de Inanna. A consecuencia de la ceremonia, recibió la autoridad para manipular "el natural y ambientes humanos para mayor productividad y seguridad".

Los textos se refieren al participante de sexo femenino sólo como Inanna, una indicación posible que Inanna se había encarnado en una sacerdotisa. La candidata más preciada sería la sacerdotisa conocida como nin-dingir, que significa en sumerio "la señora Diosa" o "Señora Que Es la Diosa."
Un hombre podría conseguir la autoridad en la comunidad del templo de Inanna en Uruk como su "criado confiado" o como su consorte o ambos. En efecto, tradicionalmente, el jefe de Uruk y su diosa cohabitaron en el gipar. El "Matrimonio Sagrado," que la primera autoridad fue conferida temporalmente en un hombre, finalmente proporcionó la sanción religiosa para el ejercicio masculino del poder.

El rito podría ser un ritual de fertilidad para los hombres, aunque también podría ser que Inanna, al ser entendida como el campo árabe, debía ser fecundada para dar prosperidad al pueblo sumerio y por esto hacían dicho ritual. También, en un futuro, se usaba para coronar a un rey. Estos rituales se hacían antes de asociar a Inanna con Dumuzi, que fue de hecho nombre de un rey de Uruk.
La inviolabilidad de la tradición religiosa explicaría por qué una sociedad cada vez más masculina y dominante se habría obligado a seguir usando el ritual consagrado para conseguir sus propios finales; por qué el ritual sobrevivió para tan mucho tiempo; y por qué, hasta después de que el entu había desaparecido de textos de archivo, la mayor parte de reyes de Mesopotamia siguieron llamándose "cónyuge / querido por Inanna-Ishtar.

Entonces ¿quién es el ángel rebelde?



Aunque podemos ver que efectivamente Inanna se rebeló contra sus superiores, no fue por amor al arte ni por su pueblo, sino por sus ganas de destacar sobre los demás, no es una diosa que los sumerios consideren origen de todo conocimiento. Ese angel rebelde, el que realmente se alzó contra Dios a favor de la humanidad y que sufrió el resto de su existencia esta decisión es nuestro queridisimo Satán, Enki en sumeria.

Enki es el Prometeo sumerio, el que realmente se enfrentó ante Dios, su hermanastro Enlil, y su furia, para salvar a la humanidad y llevarles el fuego, la luz, el conocimiento. Por lo tanto, aquí está la respuesta a la eterna duda sobre las diferencias entre Lucifer y Satán. Lucifer es Inanna y Satán es Enki. El rebelde es Satán, mientras que Lucifer es simplemente un ególatra, tampoco malvada ni bondadosa, pero soberbia sin duda.