El descenso de Inanna al Irkalla

En la tradición mesopotámica, otoño e invierno son épocas en las que la Tierra recupera su fuerza y su pureza en contraposición con primavera y verano, épocas de florecimiento y fertilidad. En sumeria, esta época caduca se usaba con el mismo fin religioso, recuperar la fuerza y mejorar internamente. Irkalla -tierra del no retorno- es el lugar al que van las impurezas, los malos hábitos, las memorias que se pierden y los muertos. La muerte es un estado de purificación y mejora que conduce a una nueva vida. Por ello, este mito está relacionado con el invierno –época de recuperación-, solsticio, y el nacimiento de la primavera –fertilidad-, equinoccio.

La historia del descenso de Inanna al inframundo ha sido relativamente investigada y reconstruida. El inframundo sumerio era un lugar triste y oscuro, un hogar para héroes caídos y gente ordinaria. Aunque todos sufrían una eternidad de condiciones precarias, mientras los vivos podían tener una vida incompleta, con ciertos comportamientos destructivos, ser esclavo, dolor, enfermedad, temor, en este lugar llamado Irkalla se podían mejorar notablemente tus condiciones. En sumeria el concepto de muerte era distinto al que tenemos ahora y es que para ellos, ricos o pobres iban al mismo sitio, buenos o malvados. Por ello, si eras rico tenías mucho que perder, pero si eras un esclavo la muerte habría sido para ti un alivio.

La razón de que Inanna visitase el Irkalla está poco clara. La razón que da al amo de llaves del Irkalla es que ella quiere atender los ritos funerarios del marido de Ereshkigal, Gudgalana. Gugalana fue el toro del cielo en la epopeya de Gilglamesh, el cual a Enkidu. Aunque esto crea más confusión, pues el marido de Ereshkigal es el Dios de la plaga, Nergal.

En la historia, antes de dejar a su ministro y sirviente Ninshubur instrucciones de servir a las deidades Enlil, sin y Enki de salvarla si algo saliera mal. Las leyes del inframundo dictaminaban que, con la excepción de designados mensajeros, aquellos que entren no pueden abandonar el Irkalla nunca.
Inanna se viste para la visita, con un turbante, una peluca, un collar de lapis lazuli, vendas en sus pechos, el vestido pala (el traje de las mujeres), mascara, pectorales, un anillo de oro en su mano y una vara de medir de lapis lazuli. Estas vestiduras era la única representación de poderoso Me que ella posee. Sin embargo, las vestiduras de Inanna, poco apropiado para un funeral, junto con el comportamiento arrogante de esta, hacen a Ereshkigal sospechar.

En otro contexto, cuenta la mitología sumeria que Inanna decidió bajar al inframundo para enfrentarse a su hermana y deidad opuesta, Ereshkigal. En la lucha Inanna muere, tras lo cual ningún ser en la Tierra tenía deseo de aparearse: ni hombres ni animales.

Siguiendo las instrucciones de Ereshkigal, el amo de llaves le dice a Inanna le dice que si va a atravesar la primera puerta del inframundo, mejor debería sacar la lapis lazuli. Ella pregunta porqué y le dice “son los métodos del inframundo”. Ella obedece y pasa la puerta. Inanna atraviesa un total de siete puertas y en cada una debe dejar una pieza de ropa o joyería. Ya fue avisada de esta travesía al empezar. Para desprenderla de su poder.

Cuando llega a los aposentos de su hermana ella está desnuda “después de que ella se inclinara y se deshiciera de sus ropas, estas fueron apartadas. Entonces hizo que su hermana Ereshkigal se levantase del trono y para sentarse ella en el trono. Los Anna, los siete jueces, dan su decisión en contra suya. La miraron –era la mirada de la muerte. Le hablaron –era el discurso de la furia. Le gritaron –era el grito de la fuerte culpa. La mujer afectada fue convertida en un cuerpo sin vida. El cadáver se colgó en un gancho.

El odio que Ereshkigal profesaba por su hermana fue mostrado en algunos otros mitos. Ereshkigal a su vez está ligada a las leyes del inframundo; ella no puede dejar el reino del Irkalla para unirse a otras deidades vivas y ellos no pueden visitarla en el inframundo, o entonces no podrán volver. Inanna simboliza el amor erótico y la fertilidad, en contraste con Ereshkigal

Tres días y tres noches pasaron y Ninshubur, siguiendo instrucciones fue al templo de Enlil, Nanna(Sin) y Enki y les pidió la salvación de Inanna. Las primeras dos deidades rechazaron, diciendo que lo había hecho bajo su responsabilidad y con todo conocimiento, pero Enki estaba decidido a involucrarse profundamente y ayudarla. Creó dos figuras asexuales llamadas Gala-Tura y Kur-jara (Galla demons, Galaturra or Kurgarra) de la suciedad bajo las uñas de las deidades. Les dio instrucciones de apaciguar a Ereshkigal y cuando se les preguntara que deseaban, debían preguntar por el cuerpo de Inanna y rociarla con la comida y el agua de la vida. Sin embargo, cuando ellos aparecen ante Ereshkigal, ella está en plena agonía como una mujer dando a luz y les ofrece todo lo que desean, incluido los ríos de la vida del agua y los campos de grano si pueden liberarla; sin embargo solo se llevan el cuerpo.

Las cosas ocurrieron como Enki dijo y Gala-tura y Kur-jara fueron capaces de revivir a Inanna. Los demonios de Ereshkigal la acompañaron fuera del inframundo e insisteron en que ella no era libre de marcharse a menos que alguien ocupase su lugar. Ellos primero fueron a Ninshubur e intentaron llevarla, pero Inanna se negó, pues Ninshubur era su más leal sirvienta, quien la salvó mientras ella estaba en el inframundo. Luego fueron ante Cara, la esteticista de Inanna, aun afligida. Los demonios dijeron que podían llevársela pero Inanna se negó, ya que ella le había llorado. Entonces se presentaron ante Lulal, hija de Inanna, también llorando su muerte. Los demonios intentaron convencer a Inanna para llevársela pero esta se negó igualmente.

Entonces el siguiente fue Dumuzi, el marido de Inanna. A pesar del destino de Inanna, y en contraste con los otros individuos que se afligían por Inanna correctamente, Dumuzi se vistió exquisitamente y descasaba bajo un árbol. Inanna, descontenta, decretó que los demonios debían llevarlo a él, y usando el mismo discurso que Ereshkigal dio mientras la condenaba, Dumuzi fue llevado al irkalla
En otras historias el final que nos encontramos es que Dumuzi intenta escapar de su destino y es capaz de despistar a los demonios por un tiempo, ya que las deidades intervienen y le disfrazan de varisa formas.  Finalmente lo encuentran. Pero el amor de su hermana, llevó a esta a suplicar para sustituirlo en su lugar en el Irkalla. Entonces fue decretado que Damuzi pasaría medio año en el irkalla y su hermana la otra mitad. Inanna, mostrando su típico comportamiento caprichoso, llora su estancia en el inframundo. Revela su lamento como si fuera una muerte, pues está ausente “él no puede contestar, no puede venir, no contesta la llamada, el hombre joven se ha ido.” Sus propios poderes, conectados con la fertilidad, posteriormente menguan, volviendo cuando su esposo vuelve cada seis meses. Así se explica las estaciones y el cambio de temporada.

Como consecuencia Dumuzi reina durante el otoño y el invierno, mientras Inanna durante la primavera y el verano. De ahí la explicación de los equinoccios y solsticios.

Otros dicen que Inanna realmente bajo a socorrer a su marido muerto.


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