El árbol Huluppu: el comienzo de la degradación de Inanna
Como
resultado de un control de la fecundidad y relacionado con el
“Casamiento sagrado”, Inanna se mantuvo en las deidades sumerias
favoritas en una sociedad dominada por hombres. Este poema nos da una
explicación mítica de como el trono y la cama usados en el casamiento
sagrado fue entendido de dicha manera. En el proceso, nos muestra una
degradación del status de Inanna.
Esto ocurrió cuando la primera
separación se efectuó entre el cielo y la tierra. Una tormenta violenta
destrozo un árbol Huluppu. Inanna lo rescató y lo planto en su huerto
sagrado en Uruk. Esperó a que se hiciera lo suficientemente grande para
ser convertido en una silla y una cama.
Desafortunadamente, tres
criaturas se acomodaron en el árbol: en las raíces había una serpiente
que no temía a ningún encantamiento, en el tronco un Lilitu, un espíritu
femenino, y en las ramas el pájaro Anzu.
Sin capacidad para
deshacerse de ellos, llena de lágrimas Inanna le pidió a su hermano
Shamash ayudarla. Él la rechazó, pero Gilgamesh, un guerrero del rey de
Uruk aceptó. Después de ir armado hasta los dientes, el héroe golpeó a
la serpiente y los otros volaron. Gilgamesh cortó el árbol, cogió las
ramas para sí y le dio el tronco a Inanna.
El árbol
Huluppu conectaba los tres mundos: Abzu, tierra e Irkalla. Inanna salva
el árbol Huluppu en el principio de los tiempos, cuando lo que era
altamente necesario debía ser primero creado. Es posible que el árbol
huluppu tratara sobre la necesidad, era el árbol del mundo, que
conectaba los tres mundos existentes. En otras mitologías, el árbol del
mundo tiene normalmente una serpiente en sus raíces.
El árbol
floreció en el jardín frondoso y puro de Inanna, localizado en el
santuario de Uruk. En la Mesopotamia dominada por hombres, el rey
normalmente tenía el título de “Jardinero”. Seguramente, arar el campo y
ocuparse del jardín pueden ser metáforas de la aceptación del roll
masculino en las relaciones sexuales.
Por ejemplo, en un poema
sumerio Inanna canta sobre su vulva “el campo sin cultivar, ¿Quién va a
ararlo?” Dumuzi contesta que él va a ararlo por ella. Metafóricamente la
arboleda fértil es la diosa, particularmente su matriz, su vulva.
En
el poema de Huluppu, el jardín, la matriz, estaba frondosa (arada, con
frutos). Inanna no hizo más que plantar el árbol en su lugar y regarlo
con su pie. Claramente su jardín no tenía jardinero todavía, un arador
para ararlo, para controlar su fertilidad. No sorprende que, en un lugar
donde el jardinero empezó a ser necesario para controlar y ordenar los
cultivos, las plantas desatendidas acaben siendo incapaces de llevar su
proceso normal. Entonces el árbol adquirió lo que, en un mundo dominado
por hombres, estaría considerado como parásitos.
La serpiente
en las raíces: las serpientes tienen relación con la tierra y la
fecundidad de diosas. También, estos seres de la tierra y el inframundo
viven normalmente bajo los lugares sagrados de las diosas. Las
serpientes eran criaturas que vivían en los límites de la existencia,
eran capaces de moverse en distintos elementos. A menudo viven en pozos y
primaveras, entradas al inframundo. La serpiente que “no teme ningún
hechizo” puede estar esto conectado con el inframundo. De todas formas,
Inanna plantó dicho árbol con el pie, con sus raíces, ¿sería esta
serpiente ella misma? ¿Su parte del inframundo?
Anzu era
una especie de águila, un monstruoso y poderoso pájaro con cabeza de
león. Cuando vate sus alas causa torbellinos y otro tipo de tormentas.
Inanna también tiene conexiones con las tormentas, haciendo la presencia
del pájaro más comprensible. En el árbol el Anzu era el conector entre
la tierra y el cielo, capaz de moverse a través de este umbral. Es
posible que Anzu fuera la parte celestial de Inanna.
Lilitu: era
un miembro de los Lilu, la familia de los demonios. Los lilu
manipulaban tormentas de viento y el Lilitu era capaz de volar como un
pájaro. También tienen características negativas, especialmente las
femeninas. Las no desposadas buscan un hombre para atrapar y entran en
los edificios a través de las ventanas. La sexualidad de los Lilu no era
normal, así que un hombre no podía tener sexo con lilitus como lo tenía
con su mujer.
El lilitu suena mucho a Inanna, pues ella
mira a través de la ventana buscando a un hombre para seducirlo, amarlo
matarlo. Inanna también se presentaba provocativamente en ventanas y
puertas y, como Ishtar, era llamada “Sahiratu” la que vaga. En himnos
ella va de casa en casa y de calle en calle, una frase usada
posteriormente para describir demonios.
Este cambio de Inanna de
Diosa a demonio seguramente fuera porque su independencia fue eclipsada
por sus otras características, y la independencia difícil de asimilar le
asignó dos funciones separadas: de prostituta y de demonio. La
prostituta era útil, aunque marginada, y el demonio era temido y
rechazado.
Era una diosa de noche y la señora de animales
salvajes. Sin embargo, lleva la corona multi-cuernos y lleva el símbolo
del anillo-y-vara del poder. Como en el árbol Haluppu, ella tiene sus
pies sobre las raíces, el irkalla, y la cabeza y las ramas, en los
cielos (el abzu), su cuerpo-tronco también. Ella en sí misma pudo ser
interpretada como el “árbol cósmico de la vida y la muerte”.
Cuando
Gilgamesh elimina a los habitantes del árbol huluppu, lo desarraigó,
eliminando así finalmente cualquier conexión natural entre la tierra y
el Irkalla. Entonces él le da las ramas de madera a Inanna para hacer
una cama y un trono, los muebles usados en el matrimonio sagrado. Sin
embargo, el mobiliario, que esencialmente se construyó de su cuerpo, ya
no era completamente suyo. La institución de monarquía se apoderó del
mobiliario y de la propia Inanna. Lo que es más, el poema la presenta
cooperando con mucho gusto en su propia degradación. Tanto ella como el
mobiliario servirán de aquí en adelante a una monarquía masculina en una
sociedad dominada por varones. De esta manera, la sociedad era capaz de
circunscribirla y dirigir su poder indudable en canales que serían
útiles para la ciudad dominada por hombres.
Inanna era la diosa
solo de los cielos y la tierra, y el círculo de la vida ha sufrido un
daño irreparable. Destruyendo el árbol nos quiere decir que los humanos
no pudieron contar con Inanna y el árbol del mundo para mantener el
círculo de la vida y la muerte.
Ahora tienen que hacer frente a un
mundo terrible y lineal. El viejo pensamiento cíclico de la vida como
simplemente una etapa de eterno renacimiento, muerte y renovación,
simbolizado por el árbol, ha sido reemplazado por una percepción lineal
de la vida y la muerte y el Irkalla como el fin.
El inocente poema
de “INANNA Y EL ÁRBOL HULUPPU” constituye un androcéntrico cúmulo de
razones por las cuales Inanna se ve envuelta en el matrimonio sagrado,
entendiéndola en ambos conceptos como ella misma y como objeto. Nos
muestra como los mitos pueden ser reescritos para servir a ideologías.
Un sujeto de la diosa potente, el Árbol mundial sagrado, durante los
siglos, se había cambiado en objetos de diosa limitados, una cama y un
trono, mientras la propia diosa ayudó en la vista de este papel limitado
como poderoso. Inanna se había hecho femenina, una mujer desvalida que
llamaba a varones para sacarla del problema (del árbol). El poema
existente probablemente se remite a una historia más temprana, en la
cual el árbol e Inanna tienen roles totalmente diferentes.