La epopeya de Gilgamesh

La hibris (en griego antiguo ὕβρις hýbris) es un concepto griego que puede traducirse como ‘desmesura’. No hace referencia a un impulso irracional y desequilibrado, sino a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales. En la Antigua Grecia aludía a un desprecio temerario hacia el espacio personal ajeno unido a la falta de control sobre los propios impulsos, siendo un sentimiento violento inspirado por las pasiones exageradas, consideradas enfermedades por su carácter irracional y desequilibrado, y más concretamente por Ate (la furia o el orgullo). Como reza el famoso proverbio antiguo, erróneamente atribuido a Eurípides: «Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco».

En síntesis, hybris o hibris es un castigo lanzado por los dioses.


La Epopeya de Gilgamesh o el Poema de Gilgamesh es una narración sumeria en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh, que constituye la obra épica más antigua conocida.

Al comienzo del poema, Gilgamesh es un rey tiránico, cuyos súbditos se quejan a los dioses, cansados de su lujuria desenfrenada, que le lleva a forzar a su gusto a las mujeres de su ciudad, Uruk. Los dioses atienden esta queja creando a Enkidu, un hombre salvaje destinado a enfrentarse a Gilgamesh. Pero cuando ambos traban combate, en vez de darse muerte se hacen amigos para siempre y emprenden juntos peligrosas aventuras. Juntos dan muerte al gigante Humbaba y al Toro del Cielo, y Gilgamesh rechaza el amor de la diosa Inanna. Como castigo a estos actos de impiedad, los dioses hacen que Enkidu muera en plena juventud. Impresionado por la desaparición de su amigo, Gilgamesh emprende la búsqueda de la inmortalidad, la cual le lleva hasta los confines del mundo, donde viven el sabio Utnapishtim y su mujer, únicos supervivientes del Diluvio, a los que los dioses concedieron el don que Gilgamesh pretende ahora. Sin embargo, el héroe no alcanza lo que pretende. En el camino de vuelta, encuentra, siguiendo instrucciones de Utnapishtim, una planta que devuelve la juventud a quien la toma; pero una serpiente se la roba y Gilgamesh vuelve a Uruk con las manos vacías, convencido de que la inmortalidad es patrimonio exclusivo de los dioses.


Chayoth Ha Kadesh Hybris